miércoles, 1 de agosto de 2007

El lado oscuro de la lavanda

El doctor Clifford Bloch, endocrinólogo pediátrico de la Universidad de Colorado, diagnosticó a tres niños de 4, 7 y 10 años de ginecomastica prepuberal, es decir, crecimiendo las mamas en varones prepúberes. Todos ellos usaban productos que contenían lavanda o aceite de árbol del té. En un caso, un "bálsamo curativo", en otro, crema para la piel y jabón con esencia de lavanda, y en el tercero, champú y gomina con aceite de lavanda.
Un equipo del que Bloch formaba parte comenzó a investigar los efectos de la lavanda sobre la producción de hormonas femeninas, llegando a la conclusión de que estimulaba tanto éstas, como las masculinas.
Cuando los chicos dejaron de usar estos productos, sus mamas volvieran a la normalidad, clasificandolos de casos raros y promoviendo una investigación de la que todavía no se ha
desprendido ningún resultado claro.

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